BULA DE NOMBRAMIENTO
DEL NUEVO OBISPO AUXILIAR DE LA ARQUIDIÓCESIS DE GUADALUPE
SERVVS SERVORVM DEI
Es con el alma llena de esperanza y mi mirada puesta en Jesucristo, buen pastor me siento impulsado a perseverar el cuidado de los guías del pueblo santo de Dios que peregrina en este mundo, mismo pueblo que camina en la unidad con una ferviente sed de verdad, sed de justicia y sed de amor. Es en el pleno ejercicio de mi ministerio en el que he reconocido que no puedo llevar esta misión solo, sino que en la infinita providencia del Buen Pastor, le concede a esta comunidad fieles colaboradores, hombres que demuestran su entrega al servicio y que son dóciles al Santo Espíritu, mismos que comparten con nosotros la carga y alegría del servicio ministerial.
La Santa madre Iglesia, solícita y sabia, ve en sus obispos no solo hombres humildes que custodian la fe, sino que también ve signos visibles de comunión, de unidad y esperanza. Por tanto,en pleno conocimiento y conciencia de las diversas necesidades pastorales de la Arquidiócesis de nuestra señora de Guadalupe y deseando siempre el fortalecimiento del anuncio del Evangelio en aquél hermoso lugar me he inclinado a proveerle de un nuevo obispo auxiliar, mismo que, en íntima comunión con su Arzobispo, colabore en el cuidado del sagrado rebaño.
Por tanto, después de haber arduamente considerado la idoneidad del reverendo presbítero Adrián Aldana, hasta ahora miembro del clero de la Diócesis de Dolores y haber escuchado el parecer de la congregación para los obispos, con la mayor plenitud de nuestra autoridad apostólica, le NOMBRAMOS OBISPO AUXILIAR DE LA ARQUIDIÓCESIS DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE, confiriéndole así las prerrogativas y obligaciones que la santa tradición de la madre Iglesia ofrece y que el Código de Derecho otorga.
A ti, querido hijo, confiamos esta dignidad y esta misión con la certeza de que sabrás abrazarla con humildad, fidelidad y generosidad. Recuerda las palabras del Señor: “No han sido ustedes los que me eligieron a mí, sino que yo los he elegido a ustedes” (cf. Jn 15,16). Sé padre y hermano de todos, servidor solícito de la unidad, guía cercano para los fieles, anunciador incansable del Evangelio.
Que la Santísima Virgen de Guadalupe, estrella luminosa en el caminar de los pueblos, te cubra con su manto y te acompañe en esta nueva etapa. Y que el Espíritu Santo, que unge a los pastores con sabiduría, te haga firme en la fe, alegre en la esperanza y ardiente en la caridad.