SACRO CONCÍLIO PAULINO
PRIMERA CONGREGACIÓN GENERAL
AMBITO LITÚRGICO
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A los veinticinco días del mes de noviembre del año dos mil veinticuatro, a las diecinueve y treinta horas, se reunieron los Padres Conciliares, fieles a la sana doctrina, en la inefable búsqueda de comprender la misión digital y expandir la evangelización sin perder de vista de ninguna manera los santos dogmas de fe proclamados por el Sagrado Magisterio, para la primera Congregación General del Concilio Paulino, en la cual se abordó el ámbito litúrgico.
La sesión inició con el Solemne Rito de Apertura de las Sesiones Conciliares, presidido por el Santo Padre. Durante la ceremonia, se entonaron las letanías de los santos y el himno Veni Creator Spiritus. Los Padres Conciliares, en voz unánime, juraron su plena participación y compromiso en este Santo Concilio. A continuación, el Santo Padre pronunció su discurso inaugural. Posteriormente, Mons. Mariano Villareal, dirigiéndose al centro, proclamó la frase "Extra omnes", es decir, "fuera todos". Tras esta indicación, permanecieron en la sesión únicamente los obispos y los relatores.
Tomó la palabra Mons. Angel Castillo, secretario general del Consejo de la Presidencia Conciliar, para presentar ante la asamblea, el reglamento a seguir y programa de las congregaciones conciliares. Una vez informada de manera optima toda la asamblea, se dispuso todo para abordar el primer tema.
Primer Tema: Establecimiento de Normas Generales de las Celebraciones Litúrgicas
Mons. Nahim en representación de la Comisión Litúrgica, inició con una reflexión sobre la importancia de las celebraciones litúrgicas y su fundamento doctrinal. Citó el Concilio Vaticano II, destacando que es esencial que todas las normas litúrgicas sean aceptadas por la comunidad, asegurando un culto digno y ordenado.
Tomó la palabra Mons. Josiel Vasquez y expresó su interés en el tema, indicando que es clave para la formación de los sacerdotes y la correcta expresión del culto divino, fomentando el respeto a la liturgia como un medio de glorificación a Dios.
Continuó Mons. Angel Castillo que destacó que la liturgia no debe ser vista como un mero ritual, sino como una verdadera celebración que glorifica a Dios. Además, instó a los sacerdotes a usar herramientas digitales para crear espacios litúrgicos significativos, y señaló la importancia de seleccionar cuidadosamente los cantos para enriquecer la experiencia litúrgica.
Siguió Mons. Jesús Ortiz el cual subrayó la necesidad de corregir los errores litúrgicos que se han detectado en algunas celebraciones, destacando que incluso los errores pequeños pueden afectar la sacralidad del rito. Propuso que los obispos supervisen las celebraciones para garantizar su correcto desarrollo y respeto a las normas establecidas.
Tomó después la palabra Mons. Uriel Garcia y compartió su experiencia en el seminario, donde notó una falta de conocimiento básico sobre las oraciones litúrgicas, como la colecta y la oración sobre las ofrendas. Propuso que estas enseñanzas sean reforzadas para evitar errores en la práctica sacerdotal.
Mons. Kevin Miranda, tomando la palabra, enfatizó la necesidad de preservar la sacralidad de la liturgia, subrayando la importancia de la música sacra y el correcto uso de elementos litúrgicos, como la mitra, para evitar distracciones durante la celebración. También señaló la necesidad de educar a las nuevas generaciones sobre el significado profundo de cada rito.
Entonces continuó Mons. Pablo Kynast y advirtió sobre la falta de respeto al misal, señalando la práctica común de inventar plegarias y usar ornamentos y colores que no corresponden al tiempo litúrgico.
Mons. Nahim Ruiz retomó la palabra para enfatizar la necesidad de cuidar la liturgia como un deber fundamental. Citó a Benedicto XVI: “La liturgia es una celebración no solo exterior, sino también interior”, instando a todos a protegerla como un acto de respeto hacia Cristo en la Eucaristía.
Mons. Junior reflexionó sobre el significado de la palabra "liturgia" como servicio, destacando la importancia de transmitir este concepto a las futuras generaciones. Propuso integrar las tradiciones locales y eclesiales, adaptando la evangelización a los tiempos modernos, al igual que hizo Carlo Acutis en su entorno.
El Santo Padre concluyó este tema señalando que la liturgia es un medio para encontrarse con Dios y exhortó a todos a enseñar con paciencia, especialmente a quienes aún no comprenden su importancia, con el fin de glorificar a Dios en comunidad.
Segundo Tema: Formación de Profesores de Liturgia
Mons. Nahim Ruiz en nombre de la Comisión litúrgica, presentó la propuesta de formar a sacerdotes y obispos en liturgia mediante el estudio bíblico, destacando la importancia de evitar la ignorancia en esta materia fundamental.
Mons. Ángel Castillo consideró esta iniciativa esencial para el fortalecimiento de la vida eclesial, subrayando que la formación litúrgica es un pilar para la correcta celebración del culto.
Mons. Kevin Miranda apoyó la propuesta, indicando que es crucial convocar a los rectores de los seminarios para establecer una formación litúrgica sólida basada en las tradiciones de la Iglesia.
Mons. Junior Gamboa agregó que la enseñanza litúrgica no solo beneficiará a los seminaristas, sino también a los formadores, promoviendo un aprendizaje continuo que fortalezca la comprensión teológica y pastoral.
El Santo Padre, citando nuevamente a Benedicto XVI, reafirmó la necesidad de formar obispos y sacerdotes con una sólida base teológica para garantizar la correcta interpretación y aplicación de la liturgia, asegurando así su preservación en las futuras generaciones.
Tercer Tema: Formación en los Seminarios
Mons. Jesús Ortiz expresó su preocupación por el abandono del tema de los seminarios, recordando su experiencia personal con la entrega de documentación extensa pero poco práctica.
Mons. Ángel Castillo destacó la importancia de proporcionar una formación básica pero sólida, que permita a los seminaristas construir una base firme para su vida sacerdotal y eclesial.
Mons. Pablo Kynast propuso la creación de un documento unificado que sirva como guía para todos los seminarios, asegurando una enseñanza coherente y alineada con las necesidades actuales de la Iglesia.
Mons. Kevin Miranda apoyó la idea de adaptar la formación a la realidad contemporánea, especialmente en el entorno digital, para que los futuros sacerdotes sean capaces de evangelizar de manera efectiva en este contexto.
Mons. Nahim Ruiz coincidió con la necesidad de incluir una variedad de temas en los programas formativos, destacando especialmente la Eucaristía y otros aspectos litúrgicos.
Mons. Junior Gamboa propuso que la formación incluya el uso del misal como tema central, con un enfoque básico para los diáconos y más profundo para los sacerdotes, asegurando una comprensión gradual y efectiva.
Conclusión General
La asamblea concluyó reafirmando la importancia de:
- Respetar las normas litúrgicas como expresión del culto divino.
- Fortalecer la formación de profesores especializados en liturgia para garantizar su correcta enseñanza y práctica.
- Implementar un plan educativo integral en los seminarios, adaptado a los desafíos actuales, que asegure la preparación teológica, pastoral y litúrgica de los futuros sacerdotes.
Finalmente, los presentes se dispusieron a concluir la asamblea. El Santo Padre invitó a todos a entonar el Padre Nuestro y, posteriormente, impartió su bendición. A continuación, se cantó el himno Sub tuum praesidium, marcando el cierre solemne del encuentro. Con este acto, la sesión fue concluida formalmente.
Nosotros, los relatores conciliares, redactamos esta acta como informe de la Primera Asamblea General, celebrada en la Basílica de San Pablo Extramuros, a los veinticinco días del mes de noviembre del año del Señor dos mil veinticuatro.
+ Pbro. Cristhian Romero
Relator
+ Pbro. Sebastián Vargas
Relator