A los que lean esto, gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre, y de Jesús, nuestro Señor.
Estimado Presbítero Andrés García,
Nos dirigimos a usted, desde el Dicasterio para el Clero, con la responsabilidad y el deber de velar por la disciplina y el bienestar espiritual de nuestra comunidad. Hemos recibido varios reportes preocupantes sobre su comportamiento, incluyendo faltas de respeto hacia distintos miembros de nuestra comunidad. A pesar de que hemos recibido testimonios en su favor, también hemos constatado una notable inactividad en el cumplimiento de sus deberes pastorales, especialmente en lo que respecta a la celebración de la Eucaristía. Nos preocupa profundamente que no haya celebrado la Santa Misa desde hace más de un mes. Aunque su participación en las celebraciones papales es valiosa, como sacerdote también está llamado a servir a su comunidad local mediante la celebración regular de la Eucaristía.
Por lo tanto, en virtud de nuestra autoridad y con el objetivo de fomentar una actitud más diligente y responsable en el ejercicio de su ministerio, le imponemos la siguiente sanción:
1. En un lapso de 15 días, contados a partir de la publicación de esta carta, deberá celebrar cinco Eucaristías, distribuidas de la siguiente manera:
- La primera, en su parroquia asignada, La Purísima.
- La segunda, en la parroquia de San José.
- La tercera, en la parroquia de Fátima.
- La cuarta, en la parroquia de La Santa Cruz.
- La quinta, nuevamente en su parroquia asignada, La Purísima.
2. Además, deberá redactar una carta dirigida a la comunidad en la que exprese su arrepentimiento y pida perdón por las faltas cometidas. Esta carta debe ser entregada al Dicasterio para el Clero y leída públicamente en su parroquia al final de la última Eucaristía.
“Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos habléis una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.” (1 Corintios 1:10)
Le recordamos que el cumplimiento de esta sanción es fundamental para su rehabilitación como pastor de nuestra Iglesia. En caso de incumplimiento de alguna de las indicaciones dentro del plazo señalado, se procederá a extender la sanción, aumentando el número de semanas y Eucaristías que deberá celebrar, conforme a lo que se considere necesario.
Le instamos a reflexionar profundamente sobre su vocación y a renovar su compromiso con el servicio fiel a Dios y a su comunidad.
Que el Señor le guíe y le fortalezca en este proceso.