10 julio 2024

Decreto Papal "Fidei Unitatis Manifesto", para la creación del Dicasterio para la Unidad de los Cristianos.

 


BENEDICTVS, EPISCOPVS,

SERVVS SERVORVM DEI


A todos los amados hijos de Dios presentes en esta Iglesia peregrina en Minecraft, deseo que la paz y mi bendición apostólica estén con ustedes.

“Para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado” (Juan 17:21).

Como pastores designados por la providencia y ministros de la Iglesia, una de nuestras responsabilidades es proteger al rebaño del Señor, rescatándolo de las maldades del demonio, que se manifiesta, entre otras cosas, en la división y la discordia entre los cristianos.

La unidad es, sin duda, un regalo de Dios y no una acción humana. Como cristianos, tenemos el deber de siempre buscar los regalos de Dios. El nombre de Cristo crea comunión y no división. Él vino a unirnos, no a separarnos.

Benedicto XVI nos recuerda: “La oración es el camino principal para alcanzar la plena comunión, porque al caminar juntos hacia el Señor, avanzamos hacia la unidad”.

Por lo tanto, en aras de preservar la Unidad de la Iglesia y en virtud de la autoridad apostólica que nos ha sido concedida, DECRETAMOS y definimos lo siguiente:

I: Establecimiento del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos bajo la autoridad de la Sede Apostólica.

II. Este organismo eclesiástico dará prioridad a entablar diálogos con comunidades divididas o externas a la nuestra, buscando así el diálogo y la plena comunión, así como resolviendo problemas internos que comprometan la unidad de la Iglesia.

III: Designo con total confianza a Mons. Antonio, Card. Esteban como prefecto de este dicasterio, confiándole una misión excepcional y de suma importancia para nuestra Comunidad Eclesial.

IV: Exhorto a todo el Colegio de los Obispos a colaborar de manera especial en este dicasterio, recordando siempre que nuestra misión como pastores es seguir la voluntad de Cristo para cuidar de la Iglesia que es suya y no nuestra.

En conclusión, queridos hermanos, “porque fundamentalmente la unidad no la ‘construimos’ nosotros, sino que la ‘construye’ Dios, viene de Él, del Misterio trinitario, de la unidad del Padre con el Hijo en el diálogo de amor que es el Espíritu Santo” (Benedicto XVI).

Permanezcamos en constante oración, para que con la ayuda y la misericordia de Dios, estos proyectos que llevamos a cabo con toda buena intención para nuestra Comunidad puedan dar verdaderos frutos según la voluntad del Señor.

Dado en la Ciudad del Vaticano, junto a San Pedro, a los diez días del mes de julio del año del Señor de dos mil veinticuatro, primero de nuestro pontificado.

 Benedictus Pp
Pontifex Maximvs