Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Es nuestro deber informarles que, después de una exhaustiva revisión de las actitudes y acciones recientes de Monseñor Alejandro Ocampo, se han identificado varias instancias de falta de respeto y desobediencia hacia los obispos, así como otras conductas inapropiadas que no se alinean con los valores y principios que deben guiar a un clérigo en su servicio a la Iglesia.
En consideración de lo anterior, el Dicasterio para el Clero ha decidido suspender las licencias clericales de Monseñor Ocampo durante un periodo de tres semanas. Este tiempo está destinado a la reflexión y discernimiento sobre sus acciones y comportamientos.
Durante este periodo de suspensión, Monseñor Ocampo deberá participar en al menos diez misas presididas por algún obispo, con un énfasis especial en asistir a las misas papales. No lo hará en su función habitual de ceremoniero segundo, sino como asistente, con el objetivo de fomentar un espíritu de humildad y servicio, y para reflexionar profundamente sobre su rol y comportamiento dentro de la Iglesia.
Confiamos en que este tiempo de reflexión le permitirá corregir el rumbo y renovar su compromiso con los principios y deberes que conlleva su vocación clerical. Estamos seguros de que este periodo de introspección le será provechoso y esperamos verlo reintegrado en su función, con una renovada dedicación y respeto por la jerarquía eclesiástica y sus enseñanzas.
Agradecemos a toda la comunidad por su comprensión y apoyo durante este proceso, y pedimos sus oraciones por Monseñor Ocampo para que este tiempo de reflexión lo lleve a una renovación espiritual y moral.
Emitido en Roma, en la Ciudad del Vaticano, a veintitres de mayo de dos mil veinticuatro.