22 mayo 2024

Audiencia General - Papa Benedicto





PAPA BENEDICTO

AUDIENCIA GENERAL

Plaza de San Pedro
Miércoles, 22 de mayo de 2024

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Segunda Catequesis sobre la Vocación

Queridos hermanos, ¡buenas tardes!

Estamos en la segunda catequesis sobre el tema de la vocación. El día de hoy en la lectura del Libro del Éxodo, vemos cómo Moisés, un simple pastor, es llamado por Dios desde una zarza ardiente que no se consumía. Esta escena nos enseña que a veces las manifestaciones de Dios pueden parecer extraordinarias, pero es en lo cotidiano donde Dios nos llama. 

Así como Moisés sintió temor y duda al principio, muchos de nosotros también podemos cuestionar nuestras capacidades y roles en la vida. Pero Dios nos recuerda que Él conoce nuestras aflicciones y sufrimientos, y que nos ha creado con un propósito único y especial.

Al igual que Moisés, cada uno de nosotros tiene una vocación específica. Puede que no sea tan dramática como la de Moisés, pero es igualmente importante. Dios nos llama a servir a los demás, a ser testigos de su amor y misericordia en el mundo.

Cuando dudamos de nuestras habilidades o nos sentimos insignificantes, recordemos las palabras de Dios a Moisés: "Yo estaré contigo". Dios nos promete su presencia constante y su ayuda en todo momento. Confía en que Él te capacitará para cumplir con la misión que te ha encomendado.

Descubrir nuestra vocación requiere escuchar atentamente la voz de Dios en medio del bullicio del mundo, despojarnos de nuestras dudas y temores, y confiar en su plan perfecto para nosotros. Recuerda, como Moisés, que Dios nos llama a cada uno de nosotros de manera única y especial. 

Continuando con la reflexión sobre la vocación basada en la lectura del Éxodo y la llamada de Moisés, recordemos que la vocación no es solo un llamado individual, sino también un llamado comunitario. Dios no solo llamó a Moisés para liberar al pueblo de Israel, sino que también prometió estar con él y le dio una señal concreta de su presencia y respaldo.

De la misma manera, cuando descubrimos nuestra vocación, no solo se trata de nuestro crecimiento personal, sino también de cómo podemos contribuir al bienestar de los demás y al servicio de la comunidad. Cada uno de nosotros tiene un papel importante en la historia de la salvación, y al responder al llamado de Dios, podemos ser instrumentos de su amor y justicia en el mundo.

Al igual que Moisés, podemos sentirnos inadecuados o incapaces de cumplir con la tarea que se nos encomienda. Sin embargo, debemos recordar que Dios no nos llama porque seamos perfectos, sino porque Él confía en nosotros y nos capacita con su gracia para llevar a cabo su obra.

El proceso de discernir nuestra vocación requiere tiempo, paciencia y oración. Debemos estar abiertos a escuchar la voz de Dios en nuestro interior, a través de las Escrituras, la comunidad y las circunstancias de nuestra vida. Es un camino de crecimiento espiritual que nos lleva a descubrir quiénes somos realmente y cuál es nuestro propósito en este mundo.

Que la historia de Moisés nos inspire a confiar en la fidelidad de Dios, a superar nuestros miedos y dudas, y a responder con generosidad y valentía al llamado que Él nos hace. Que podamos vivir nuestras vocaciones con alegría y entrega, sabiendo que estamos colaborando con el plan divino de amor y redención para toda la humanidad. ¡Que así sea!

 Benedictus Pp
Pontifex Maximvs