GREGORIVM, EPISCOPVS,
SERVVS SERVORVM DEI
Estimada comunidad en general,
Nos dirigimos a ustedes con gran pesar y la necesidad de abordar una situación dolorosa que ha surgido en nuestra comunidad eclesiástica. Es con profunda tristeza que informamos sobre la excomunión del Pbro. José Manuel Felex debido a sus acciones perjudiciales y contrarias a los principios fundamentales de nuestra fe.
El Pbro. José Manuel Felex ha levantado falsos testimonios contra el Papa y los obispos, difundiendo mentiras gravísimas que comprometen seriamente la reputación de la Santa Sede y socavan la confianza en nuestras autoridades espirituales. Estas acciones son profundamente perjudiciales y van en contra de los principios de verdad y respeto que nuestra Iglesia defiende.
Además, el Pbro. José Manuel Felex ha revelado información confidencial a herejes extranjeros, poniendo en peligro la integridad de nuestra comunidad y la unidad de nuestra fe. La divulgación de información confidencial es una traición a la confianza depositada en nuestros sacerdotes y va en contra de los principios de lealtad y fidelidad a la Iglesia.
Asimismo, hemos recibido informes preocupantes que insinúan la participación del Pbro. José Manuel Felex en actos que van en contra de la moral católica con miembros de nuestra comunidad. Estas acciones son totalmente inaceptables y contrarias a los principios morales y éticos que nos guían como creyentes.
La excomunión es una medida drástica y dolorosa, pero se ha tomado para salvaguardar la integridad y la santidad de nuestra fe. Es importante que todos los miembros de nuestra comunidad comprendan la gravedad de estas acciones y se alejen de cualquier influencia o enseñanza que vaya en contra de los valores católicos.
Pedimos a todos los fieles que oren por el Pbro. José Manuel Felex, para que pueda encontrar el camino de la reconciliación y el arrepentimiento. También les instamos a mantenerse firmes en nuestra fe, buscando la verdad y la guía de nuestros líderes espirituales autorizados.
En estos momentos difíciles, recordemos que nuestra comunidad se basa en el amor, la verdad y la gracia divina. Sigamos unidos en la oración y en el compromiso de construir una comunidad fuerte y fiel a nuestra fe católica.
Que Dios nos guíe y nos dé la fortaleza para superar este desafío. Que su amor y su paz estén con todos nosotros.
Dado en Roma, en el día catorce de agosto de dos mil veintitres, en el año primero, de nuestro pontificado.
