BENEDICTVS, EPISCOPVS,
SERVVS SERVORVM DEI
Al dilecto hijo Monseñor Nahim Ruiz, hasta ahora obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Guadalupe, elegido obispo diocesano de la Diócesis de la Inmaculada Concepción, saludo, paz y bendición apostólica.
El Señor Jesús constituyó su rebaño santo, del cual todos somos parte como sus ovejas, como nos recuerda el salmista al afirmar que "el Señor es nuestro Dios, él nos hizo y a él pertenecemos; somos su pueblo y rebaño de su aprisco" (Sal 100,3). No obstante, complementando el sentido de su ministerio, entre las ovejas el Señor ordenó pastores para que administraran su rebaño, siendo para ellas pontífices que construyen puentes hacia el cielo.
Tras una prolongada falta de renovación episcopal de la Sede Diocesana de la Inmaculada Concepción, la Santa Sede, a través de sus departamentos, ha mantenido especial observancia sobre ti, amado hermano, y se han verificado los dones necesarios para administrar esta porción del pueblo de Dios. Sabiendo perfectamente que para este oficio los más aptos son aquellos más dotados no solo por las virtudes, sino también por el celo pastoral, pensamos en ti, hijo dilecto, para dirigir aquella comunidad diocesana.
Habiendo ejercido ya un ardoroso ministerio, te has mostrado como un pastor celoso, preocupado y competente. Percibimos, entonces, que tus dones son muy adecuados para este oficio. Por eso, después de escuchar el parecer de la Nunciatura Apostólica y de la Congregación para los Obispos, te NOMBRAMOS Obispo Diocesano de la Iglesia de Dios que está bajo el amparo de la Inmaculada Concepción, con todos los derechos y obligaciones inherentes a este encargo.
"Fomente el Obispo diocesano con todas sus fuerzas las vocaciones a los diversos ministerios y a la vida consagrada, dedicando especial atención a las vocaciones sacerdotales y misioneras". (Cann. 385) Debes, cuanto antes, tomar posesión de tu oficio y del rebaño que te ha sido confiado, al cual debes cuidar con amor de padre, a ejemplo de Jesucristo, el Buen Pastor. Exhortamos, además, al pueblo de Dios de la Diócesis de Inmaculada, que reciba a Monseñor Nahim Ruiz como su legítimo pastor, y que lo tengan en debida estima, como aquel que les sirve. Por último, confiamos el ministerio de Monseñor Nahim Ruiz y toda la Iglesia a la intercesión de la Virgen María, Señora de la Inmaculada Concepción, de San Francisco de Asís, y de los santos apóstoles Pedro y Pablo.
Dado en la Ciudad Apostólica de Roma, en Letrán, a los dieciséis dias del mes octubre del año del Señor de dos mil veinticuatro, primero de nuestro pontificado.
✠ Benedictus Pp