IOANNES DIEGUM, EPISCOPVS, SERVVS SERVORVM DEI
a los venerables hermanos Nicolás quintero, Josiel Vázquez y Santiago Holguin, hasta ahora Obispos Auxiliares de la Arquidiócesis de Nuestra Señora de los Dolores, la Diócesis de Roma y Obispo Diocesano de la Arquidiócesis de María Inmaculada, mi saludo y mi bendición Apostólica.
Nos, que somos sucesor en la Cátedra de San Pedro y que, al mismo tiempo, hemos recibido el importante oficio de pastorear el rebaño universal del Señor, con solícito cuidado nos esforzamos en elegir Pastores idóneos y en asignarlos a cada una de las diócesis cuando éstas están vacantes.
Por tanto, ya que las Venerables Sedes Metropolitanas Nuestra Señora de los Dolores, María Inmaculada y San José, floreciente desde antiguo por la diversidad de su vida religiosa y monástica, debe ser provistas de obispos –al estar en este momento vacante por las renuncias de los Excelentísimos Señores Jesús Valentín y Diego Alfaro–, tras haber sido escuchado el parecer de la Congregación para los obispos; ustedes, Venerables Hermanos, adornado de dotes reconocidas y experto en abundancia en los asuntos pastorales, son considerados aptos para ponerlos al frente de ellas.
Por tanto, con Nuestra Suma Potestad Apostólica, libre ya del vínculo con la Sede Auxiliar de Nuestra Señora de los Dolores y de Roma, los nombramos ARZOBISPOS METROPOLITANOS DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES, MARÍA INMACULADA Y SAN JOSÉ con todos los derechos y obligaciones. Mandamos que enseñes estas cartas al clero y a tu pueblo, a quienes exhortamos a que te reciban de buen grado y a que permanezcan unidos a ti. Finalmente, Venerables Hermanos, sostenidos por los muy valiosos dones del Espíritu Santo y siguiendo los ejemplos de Cristo, Príncipe de los Pastores, pastoreen a los fieles que se les confían con palabras y obras y, sobre todo, con el testimonio de la santidad de sus vida, recordando las palabras de Nuestro antecesor San Gregorio Magno: «La voz penetra mejor en el corazón de los que la escuchan si la vida del que la dice la acompaña, porque lo que prescribe cuando habla, es más fácil que se cumpla si se manifiesta en él» (Libro I de las Cartas, carta 25).
Que la Paz y la Luz de Cristo estén siempre ustedes y con esa queridísima comunidad eclesial, teniendo por intercesora a la Santísima Virgen, Madre de Dios, y a todos los divinos protectores de esa Iglesia.
Dado en Roma, junto a San Pedro, a 7 del mes de febrero del año del Señor del 2023, segundo de nuestro pontificado.
✠ Ioannes Diegum Pp
Pontifex Maximus